Añadido el 20 feb 2025
Sumergirse en el mundo de la creación artística a menudo significa explorar lo inesperado. Con Solar Rift, quise capturar la esencia de una fractura luminosa, un momento en el que la materia y la energía se fusionan y explotan en una danza incandescente. Esta pintura nació de la necesidad de expresar la tensión entre el caos y la armonía, un equilibrio frágil donde los elementos colisionan para crear una nueva realidad.
Todo comienza con una base amarillo claro, una luz subyacente que impregna la composición con una intensidad especial. La elección del acrylic pouring crea una dinámica fluida, una marea de gris azulado metálico entrelazada con olas de rojo ardiente y amarillo brillante. La adición de pintura metálica otorga al lienzo una profundidad única, jugando con los reflejos y los matices según el ángulo de visión.
Pero la energía bruta del movimiento no era suficiente. Sentí la necesidad de intervenir de manera más directa e incisiva. El raspado con un destornillador se convirtió en un gesto instintivo, tallando surcos irregulares, cicatrices en la superficie, revelando las capas ocultas bajo los flujos iniciales de color. Esta acción añade una tensión extra, como si el lienzo mismo hubiera sufrido una transformación, una disrupción necesaria para su evolución.
Para amplificar esta sensación de explosión e imprevisibilidad, utilicé una técnica de dripping con aerosol en negro y blanco, aplicada sobre el acrílico aún húmedo. Este proceso permitió que las salpicaduras se fusionaran parcialmente con la capa inferior, creando formas orgánicas, filamentos en suspensión, como partículas proyectadas en un vacío interestelar. Estas marcas finales añaden una dimensión extra a la pintura, un contraste entre la precisión y la aleatoriedad, entre la estructura y la espontaneidad.
Solar Rift es una invitación a sumergirse en una fisura en constante evolución. Es una exploración de la ruptura y el renacimiento, una visión de un momento donde todo cambia, donde la destrucción y la creación se entrelazan en un ciclo infinito. Cada mirada sobre este lienzo revela una nueva faceta, un detalle inesperado, una vibración diferente. La energía de la pintura no se congela: vive, resuena y evoluciona con el espectador.
A través de esta obra, busco cuestionar este límite frágil entre el orden y el caos, capturar el momento en que la materia parece dudar entre explosión y equilibrio. Solar Rift no es solo una pintura; es una experiencia, una ventana abierta a la energía bruta de la creación.